
¡Yo te amo y mi amor es tan fuerte
que desearía, en mi obsesión de fuego,
que todo el mundo se quedara ciego,
para que solo yo pudiera verte!
Si alguien se acerca a ti, pienso en su suerte;
si te hablara alguien, al pesar me entrego,
y de los hombres y del Creador reniego
cuando pienso que, al fin, he de perderte.
¿Perderte? ¡Olvida esa creencia!
¡Mía fuiste en los sueños todavía;
mía eres hoy, ya llena de mi esencia…
…Y, cuando llegue de mi muerte el día,
¡te arrancaré sin pena la existencia
para que en la otra vida sigas siendo mía!
© Elvis Dino Esquivel
Imagen: IceDZerO
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