Antes de escribirse


Me has herido a muerte. Desvergonzada
tú, sabiendo que estaba lastimado,
vienes y me ves solo, agonizando
y me das una última puñalada.

Pero, mi amor propio me llena el pecho
y aunque me hayas enterrado tu daga,
te perdono por el mal que me has hecho
bien sé que todo en la vida se paga.

¿Para qué te guardo rencor si has sido
una fantasía que viví en vida,
un vil anhelo que causó una herida?

No sufriré por una ilusión muerta,
si al final todo se lleva el olvido
¡aunque mi herida siga bien abierta!


© Elvis Dino Esquivel

Imagen: babismavro

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